martes, 25 de marzo de 2025

JAUME PLENSA. (NUESTRA) MATERIA INTERIOR

“Mi obra quiere que cada persona se refleje en ella y mire a su interior. El arte tiene que ser este catalizador que nos permita crear una seguridad en nosotros mismos y nos permita hablar de ideas, de vibraciones. Vivimos en un momento de ruido que muchas veces no nos permite esos momentos de silencio. El arte tiene que ofrecer un mensaje de esperanza y positividad, de volver a creer que el ser humano somos más que esta violencia actual”

Entras en la sala y te quedas absorto contemplando esas obras que te desarman y te desnudan el alma porque estamos viendo el alma del artista…


Exposición en la tercera planta del Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 4 de mayo de 2025

Esta muestra abarca más de 30 años de la trayectoria del reconocido escultor catalán Jaume Plensa, desde los primeros años noventa hasta la actualidad.

A través de quince obras escultóricas, la exposición ofrece una profunda reflexión sobre la condición humana, explorando temas como la identidad, la fragilidad, lo efímero, la espiritualidad, el silencio, la comunicación y el lenguaje. ​

Su obra forma parte de algunas de las colecciones más prestigiosas a nivel mundial y se expone regularmente en museos y espacios públicos de todo el mundo.
























JAUME PLENSA Y EL ALMA DE LA MATERIA EN EL CORAZÓN DE MADRID

Si las esculturas pudieran hablar, las de Jaume Plensa no gritarían, sino que susurrarían al oído del visitante secretos sobre la vida, el pensamiento y el tiempo. En la exposición Materia Interior, el artista catalán nos invita a recorrer su universo de formas humanas, letras entrelazadas y materiales cargados de simbolismo.
















Plensa juega con la luz, el vacío y la textura para construir figuras que parecen estar a punto de disolverse en el aire. En esta muestra, que abarca más de tres décadas de su trayectoria, podemos ver algunas de sus obras más emblemáticas: cabezas monumentales de rostros serenos, cuerpos construidos con caracteres de distintos alfabetos y figuras etéreas que parecen meditar en silencio.

Son esculturas que no solo se contemplan, sino que se sienten, casi como si fueran espejos de nuestra propia existencia.

Y cuando sales a la calle la ves distinta, o quizá seas tú el distinto…

 

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