CAROLINA
ROMÁN / NACHO GUERREROS
TEATRO
PARA TOMAR CONCIENCIA:
“JUGUETES
ROTOS”
“Juguetes rotos” es una pieza teatral que se ha estado representando en Madrid, en el Teatro Español durante más de un mes con gran éxito.
“Juguetes
rotos” habla sobre identidad sexual y de género. En concreto cuenta la historia
de Mario, un empleado de oficina que un día recibe una llamada que le cambiará
la vida para siempre… A partir de ese momento viajaremos a su infancia,
habitaremos en su casa, recorreremos su pueblo…
Carolina
Román es la autora del texto y la directora. Nacho Guerreros se ha encargado de
dar vida a Mario, ese hombre que tiene que luchar contra sus fantasmas internos
y sus dudas externas…
Con
ambos hablamos sobre ‘Juguetes rotos’…
Carolina
Román
¿En
pocas palabras quién es Carolina Román?
En
pocas palabras Carolina Román es una ciudadana del mundo, nacida en Argentina,
afincada en Madrid, enamorada del teatro y de contar historias de diferentes
maneras.Soy actriz, dirijo y escribo y si me dejan produzco. Todo esto es un
mix que me hace sentir que tengo esta misión en la vida, la de contar historias
y poner vocesde diferentes vidas en el escenario.
¿Cómo
llegas a “Juguetes Rotos”?
Por
una propuesta de Nacho Guerreros. Siempre estoy trabajando, estoy en mi casa
con mi ordenador y no hay ni un solo día que no trabaje y que no intente sacar
un proyecto adelante y cuando Nacho me llamó encendió una mecha. Yo estaba escribiendo
dos textos que quería sacar adelante y salió este primero porque alguien que
confía en ti y te dice lo voy a producir merece todos mis respetos, y así
llegamos a “Juguetes Rotos”, porque puedo escribir mucho y soñar mucho, pero si
no hay alguien que los pueda hacer realidad no tienen sentido.
¿Fue
muy duro el parto de esta obra?
Sí,
ha sido duro no encontrarme con tanta gente mayor que fue represaliada y mucha
gente que no querido ser entrevistada…
¿Sigue
habiendo miedo?
Sí,
y lo que más me pudo impactar fue que haya habido mucha gente que no ha querido
entrevistarse, que lo entiendo, es un dolor muy grande y son muchos años de ocultarse
y de encontrar la forma de vida en la sombra, eso sí es duro.
¿Has
aprendido algo con esta experiencia?
Mucho,
efectivamente siempre se aprende y de verdad creo que las historias nos eligen
a nosotros, porque esta historia me deja un caudal muy positivo al abrir ante
mí un mundo que no sabía que existiera que se llamaba binario… qué es lo no
binario, qué es el género, qué es intersexual… luego estoy en contacto con
niños transexuales y me ha abierto un mundo. Soy madre y acabo de tener un
bebé, tengo un hijo de nueve años, y creo que puedo ser mejor madre a partir de
ahora, voy a poder enseñarle desde el amor y la comprensión para que ellos lo
aprenden así.
Se
ha avanzado en algunos aspectos, pero hay sectores… es complicado…
Si,
ya no te meten preso, no te aplican la ley de vagos y maleantes, pero es muy
complicado, más que decir que hemos avanzado podemos decir que ahora hay
visibilidad y ya no te apalea y te mete preso elpolicía, te apalean otros y ahí
es donde hay que buscar y ponerse firme y duro y no permitir que pasen esas
cosas.
¿Qué
buscas del público con esta obra?
Busco
que empaticen, en esta y en todas las obras, que empaticen con los personajes,
que los quieran. Aquí es Mario el protagonista, y está muy solo, sin enfatizar,
pero está muy solo, y creo que todos nos podemos sentir solos, y desde esa
soledad podemos encontrarnos a nosotros mismos.
La
historia tiene un ¿final feliz? ¿Eso es real?
Más
que final feliz es un poco de luz, el personaje encuentra una puntita de luz,
que se pueda decir menos mal, que suerte…
Nacho
Guerreros
Nacho
Guerreros es un actor que todos identificamos como Coque, ese conserje un tanto
especial en la serie “La que se avecina”, pero se sube a las tablas del teatro
y cambia de registro y se convierte en Mario, el protagonista de “Juguetes rotos”
…
¿Qué
es “Juguetes rotos”?
Es
una función de teatro necesaria en este momento de la vida de este país, porque
como todo el mundo sabe han aumentado las agresiones por orientación sexual, yhan
aumentado bastante en los últimos tiempos y creo que, por lo menos, mostrando
lavida de dos personajes en su cotidianeidad y de cómo se sienten, va a ayudar
a la gente que viene a empatizar y a simpatizar con esas personas.
¿Qué
se busca del público?
Eso,
que empaticen, que no juzguen, porque a lo mejor si esas personas fueran
médicos y les tuvieran que salvar la vida o fueran bomberos y esas personas que
juzgan estuvieran en medio de un incendio… no pensarían en eso, pensarían de
una forma diferente.
¿Cuánto
hay de Nacho en el personaje que interpretas?
Nacho
también se fue de su casa a buscarse la vida y a estudiar teatro y a buscarse y
definirse como algo… Mario se va de su casa también a buscarse a sí mismo, lo
que pasa es que tiene tantas represiones que le cuesta mucho. Siempre digo de
Mario una cosa, él abandona el pueblo, pero el pueblo no lo abandona a él.
Mario lleva encima una cárcel interior y por eso sueña tanto despierto, sueña
como debe ser el amor de su vida, como va a ser su vida futura y convertirse en
algo que sabe que, quizá, no puede ser…
¿Una
obra con un final positivo?
Es
una función con un final positivo… Maite, una personatransexual con quién
hablamos nos decía que, por favor, que pusiésemos un final positivo, un final
digno, no sórdido como tantas veces han presentado a
estas personas en el cine…
¿Y
eso es real?
No
sabemos lo que ha tenido que vivir cada persona, de hecho, desde la Asociación
26 de diciembre nos decían que no había transexuales mayores de 50 y pico, que
era muy difícil de encontrar, que a lo mejor había, pero ellos los desconocían,
su soledad es tan fuerte que acaban alcoholizados, muertos por cirrosis o suicidio…
Es muy dramático lo que nos contaban, porque es verdad que estas personas están
solas, incluso se dejaban morir… porque para sus familias es una vergüenza.
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