“POLICIAS Y LADRONES”, ESTRENO ABSOLUTO EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA
5
funciones del 18 al 27 de noviembre.
Hace
41 años que no se estrena una nueva zarzuela, entonces, en 1981, fue
‘Fuenteovejuna’ de Moreno Buendía.
Ahora
le toca a la zarzuela de Tomás Marco “Policías y ladrones, que se estrenará el
próximo día 18 de noviembre.
Después
de dos intentos fallidos -por la pandemia y por jornadas de huelga-, el Teatro
de la Zarzuela, por fin, estrena "Policías y ladrones", una obra con
un punto sarcástico y tono tragicómico, "divertida y contemporánea", según
contó en la presentación ante los medios, el compositor Tomas Marco.
"Es
el estreno absoluto de una obra que se encontraba en el despacho cuando llegue
en 2015", ha comentado Daniel Bianco, director
del coliseo de la calle de Jovellanos.
La
nueva zarzuela, desarrollada con un tono tragicómico que se escora hacia el
sarcástico escepticismo, cuenta en el foso con José Ramón Encinar, maestro que
conoce como muy pocos la música contemporánea de este país, y frente a él, la
Orquesta de la Comunidad de Madrid (titular del Teatro). El montaje, dirigido
por Carme Portaceli, contiene una conceptual escenografía de Montse Amenós
iluminada por Pedro Yagüe, con vestuario de Antonio Belart y coreografía de
Ferran Carvajal.
Estamos ante una Zarzuela Contemporánea, como los propios autores han convenido nombrarla, que el dramaturgo Álvaro del Amo ha escrito para hacernos reír y a la vez poder distanciarnos de ciertos comportamientos que nos hacen daño como seres humanos; todo esto aparece encajado en las situaciones cómicas del texto y arropado de música contemporánea de muy altos vuelos deviniendo al final en un sueño teatral, en un espacio mecanizado que pretende reflejar el poder del acontecer de la vida, del paso de la historia como una espiral en la que las situaciones avanzan en paralelo y se repiten una y otra vez. Y se repiten sin remedio aun conscientes de los errores. Y se repiten.
Tomás
Marco destaca, por su parte, que la música y el libreto se fueron escribiendo
de forma simultánea y que, por tanto, en ningún caso uno partió del otro sino
que crecieron y culminaron como una única materia.
También
señala que, como en la zarzuela tradicional, “la obra se refiere a un tema
de actualidad (la corrupción), en cierta medida crítico, en parte desarrollado
de forma humorística y en parte dramática y que pretende ser, evidentemente no
igual que la zarzuela que se hacía en el XIX o principios del XX, pero sí el
equivalente de lo que esta podría ser hoy día”.
Otro
rasgo definitorio de la zarzuela que también se da en ‘Policías y ladrones’: la
obra está dividida en números musicales cerrados.
Quizá
ser zarzuela contemporánea pese en el ánimo de los espectadores a la hora de
valorar a esos “policías y ladrones” que se mueven y cantan por el escenario…